martes, 14 de julio de 2009

¿El aprendizaje es algo trivial?

El aprendizaje formal, es una tarea tan delicada, que no se puede medir ni observar con base a simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera, la delicadeza del proceso amerita algo más que esto, pues intervienen en este eventos tan importantes que no pueden objetivarse de una manera tan simple como unas preguntas.

Para que el aprendizaje sea significativo, deben concurrir en él, una serie de elementos como es incluso la ética, el propósito, el desarrollo, las estrategias, los avances y lo aprendido. No se puede evaluar algo que no se aprendió o no se comprendió, no se puede evaluar en base a preguntas que para el docente son importantes pero para el alumno no lo son, antes habría que cuestionarse ¿es importante?, ¿tiene sentido?, ¿qué tanto le significa a el estudiante?.

Los contenidos de los programas son importantes, pues en base a ellos se desarrolla un tema, lo importante y verdaderamente valioso no es el tiempo que se invierta, ni la elaboración de un examen al finalizar la unidad. El maestro debe tener evidencias del aprovechamiento de sus alumnos, no se puede considerar a todos por igual, porque somos personas diferentes, no somos máquinas, por lo tanto nuestras interpretaciones del mundo difieren en algún momento. Por este motivo el aprendizaje más o menos, deberá ser medido desde otra perspectiva, con la observación, desde luego, pero una observación analítica y crítica y para ello hay que involucrar al alumno en su propio desempeño, es importante que él sepa cómo, cuándo, dónde, y por qué debe ser evaluado. Además su criterio debe estar presente también.

Quienes miden el aprendizaje de una manera estandarizada y uniforme, no están tomando en cuenta que existen diferentes maneras de aprender, y que a algunos se les facilitan las cosas, pero otros batallan. Si atendemos los estadios manejados por Piaget, veremos que la madurez es muy importante para lograr los procesos cognitivos y apoyando este argumento en los postulados Vigotskianos, es pertinente decir que la socialización es tan importante y una situación clave, que no podemos dejar que el proceso enseñanza aprendizaje sea de manera individual todo el tiempo, pues nuestros estudiantes son seres racionales y eminentemente sociales por su edad, por lo que el proceso requiere socialización. Un error muy grave es querer que los alumnos aprendan de manera aislada, en silencio, lo que se confunde a veces con disciplina, cuando a menudo es preferible que el alumno contextualice y contraste su información, para que pueda hacer un análisis crítico de su propio trabajo.

En la medida en que demos libertad a nuestros alumnos, como bien lo marca Pablo Fraire, estaremos educando para la libertad.

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